Nuestra Señora de París de Victor Hugo
Estás sufriendo, ¿verdad? Tienes frío, la oscuridad te ciega, el calabozo te aprisiona; pero te queda un rayo de luz en tus entrañas, ¡aunque sólo sea tu amor de niña por ese hombre vacío que jugaba con tu corazón! Para mí es distinto; ¡yo llevo el calabozo en mi interior y el frío y la desesperación están dentro de mí! ¡La oscuridad reina en mi alma! ¿Sabes acaso lo que yo he sufrido?
|