Nuestra Señora de París de Victor Hugo
Existe en esta época, para el pensamiento escrito en la piedra, un privilegio perfectamente comparable a nuestra actual libertad de prensa; es la libertad de la arquitectura. Y esta libertad va más allá incluso pues a veces un pórtico, una fachada o una iglesia entera presenta un sentido simbólico totalmente ajeno al culto o incluso hostil a la iglesia. (…) Como entonces, sólo en este sentido se permitía la libertad de expresión no había más posibilidad de manifestarla que con este tipo de libros, llamados edificios. |