La madre ballena y otros cuentos de Víctor Català
Amarillos de calabaza, de naranja, de azufre, todos mezclados, cubrían las heridas de los desmontes y empapaban las zonas más cercanas. En medio, como contagiada de perezas veraniegas, se deslizaba silenciosa sobre las montañas de clara amatista que ocultaban el horizonte la serpiente madreperla de la carretera, moteada de manchas oscuras por las sombras errantes de los pájaros.
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