La ficción histórica es un género que me gusta mucho. Cuando trata sobre el holocausto, me gusta mucho más, por aquello de “no olvidar”. Aunque nos parezca repetitivo a veces, sería serio pensar que para quienes lo vivieron, y para las familias de los que no regresaron, “repetitivo” es un término doloroso e invasivo, y sobre todo fatuo e injusto. Habrá tantas historias personales como vidas se perdieron en tan horroroso episodio, por eso cada vez que tengo la dicha de obtener algún pedacito de anécdota sobre este hecho, la leo con mi corazón. Este pequeño libro es otro gigante sobre 2GM. Una historia nueva dentro del mismo contexto mega conocido, dura y emotiva como sus homólogas anteriores, pero diferente en su propio tema. Como indica su título, personas que usaron otros nombres, muchas veces perdiéndose en esas nuevas identidades hasta olvidar la propia, con el único afán de salvar la vida o de hallar una nueva. Nina debe decidir que hacer con la biblioteca de la casa del abuelo, quien se encuentra en un asilo. Debe seleccionar para vender,donar o conservar entre miles de libros. En el último estante había un libro de propaganda nazi escondido. Dentro hay ocho cartas escritas para su abuelo y firmadas por Sara Jalman. ¿Quién es ella?¿Por qué su abuelo guardaría esas cosas? ¿Fue un nazi o un sobreviviente? Nina se da a la tarea de llevar a su abuelo el libro y las cartas para que le cuente . Se entera de una historia dolorosa, triste y emotiva que la lleva incluso a dudar de su apellido. “…porque muchos dicen que les pasó a los judíos, no a la gente…” Transmitir historias reales dentro de ficciones como esta, nos humaniza y es interesante e importante que llegue a oídos de todos. + Leer más |