Nada es verdad de Veronica Raimo
Cultivar un sueño, a la larga, es tan tedioso como cultivar un huerto. De hecho incluso la idea de ser campesina era una especie de estafa, porque lo único que me interesaba era contemplar mis campos con un sombrero en la cabeza, los manzanos y cerezos en flor y una granja siempre llena de cachorros, animales bonsái incapaces de convertirse en adultos.
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