El consentimiento de Vanessa Springora
Cada vez que un hombre intentaba hacerme gozar o, peor aún, gozar él a través de mí, yo tenía que luchar contra el asco que acechaba en la sombra, siempre dispuesto a caer sobre mí, contra la violencia simbólica que otorgaba a gestos que no la tenían.
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