El consentimiento de Vanessa Springora
«Pero no estoy a la altura de librar con él una batalla verbal. Soy demasiado joven e inexperta. Frente a él, el escritor y el intelectual, carezco dramáticamente de vocabulario. No conozco la expresión “pervertido narcisista”, ni “depredador sexual”. No sé lo que es una persona para la que los demás no existen. Sigo creyendo que la violencia es solo física. Y G. maneja las palabras como una espada. Con una sola frase puede darme una estocada y acabar conmigo. Imposible librar una batalla en igualdad de condiciones.»
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