Una canción salvaje de V. E. Schwab
Los Corsai se alimentaban de carne y hueso; los Malchai de sangre, y no les importaba nada de quién fuera. Pero los Sunai solo podían alimentarse de pecadores. Eso era lo que los distinguía.
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Una canción salvaje de V. E. Schwab
Los Corsai se alimentaban de carne y hueso; los Malchai de sangre, y no les importaba nada de quién fuera. Pero los Sunai solo podían alimentarse de pecadores. Eso era lo que los distinguía.
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