En busca de mi elegía: Poesía 1960-2010 de Ursula K. Le Guin
Que vuestros hombres no se alegren del combate y a vuestros ancianos les asuste, y digan: «¿Es justo que mi hijo entregue su vida por mí? ¿Soy acaso yo mejor hombre que él? No, que viva para hacerse pastor o mecánico o profesor de idiomas antiguos». |