Planeta de exilio de Ursula K. Le Guin
Este mundo en el que había nacido, en el que habían nacido su padre y sus antepasados durante veintitrés generaciones, no era su hogar. Su raza era alienígena. Siempre habían sido profundamente conscientes de ello. Eran los nacidos lejos. Y poco a poco, con la majestuosa lentitud, con la obstinación vegetal del proceso evolutivo, este mundo los estaba matando.
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