Prohibido nacer de Trevor Noah
el gobierno se inventó cosas como la prueba del lápiz. Si estabas postulándote para ser blanco, tenías que meterte un lápiz en el pelo. Si se te caía, eras blanco. Si se te quedaba enredado en el pelo, eras negro. Eras lo que el gobierno decía que eras. A veces la decisión recaía en un solo funcionario que simplemente te echaba un vistazo a la cara y tomaba una decisión en el momento. Dependiendo de cómo de marcados tuvieras los pómulos o cómo de ancha fuera tu nariz, podía marcar la casilla que le pareciera, y así decidía dónde podías vivir, con quién te podías casar y qué trabajos, derechos y privilegios te correspondían.
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