Tú de Santa Claus y yo de Reyes Magos: Un cuento de Navidad de Tessa Cooper
Si Ryan ya había flipado con el árbol artificial, cuando, después de la cena, Milagros trajo un leño con patas, cara, ojos, nariz, boca y provisto de una gorra roja con una banda negra en la parte inferior, y todos empezaron a darle palos para que cagase, le saltaron los plomos.
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