Un Cowboy por Navidad de Tess Curtis
—Eres preciosa, rubia —le dijo, rompiendo el silencio, para a continuación beber un sorbo de café. Ashley se ruborizó al instante con aquel comentario, sintiendo una calidez en su interior que le subió desde el estómago hasta las mejillas. —Y cuando te ruborizas lo eres aún más —afirmó ahora él, esbozando una sexy sonrisa. —Tyler, eres muy amable, pero… El dedo índice de Tyler se posó sobre los labios de ella, silenciándola. —No eres horrible. El hombre al que elijas será un hombre muy afortunado. Pero elige bien la próxima vez, porque siempre hay imbéciles que no saben apreciar lo que tienen. —Tyler terminó la frase con un guiño y una sonrisa en los labios, antes de apurar el café y dejar la taza en el fregadero. |