Cabañas en el desierto de Teresa Shaw
Destruidos los bordes, en el vasto lecho iban creciendo de norte a sur un océano amargo, sin esperanza. Aunque, día tras día, el universo desplaza su presencia sobre el Himalaya o el Neva, sobre los Andes de inalterable blancura o en las costas de las quebradas aguas del Plata. Aunque emerja una y otra vez al pie de la humilde pradera en cada vida ínfima, en cada rincón, nosotros seguimos sin ver, nada parece cambiarnos. Pero él insiste y aún se muestra tras lo que no puede verse, como cuando en un cielo gris de tormenta son las nubes toda su luz |