El fin del amor: Amar y follar en el siglo XXI de Tamara Tenenbaum
Creo que es un paso clave en el reconocimiento de la condición precaria de nuestros vínculos: que la falta de estabilidad no implique una precarización del otro, que la incerteza no tenga que ser miedo y que la impermanencia y la fugacidad no sean indiferencia sino oportunidad para el presente.
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