Un nuevo corazón de Sylvia Day
Son demasiadas cosas para procesarlas todas al mismo tiempo, así que mi cerebro intenta absorber al hombre al completo: vestido únicamente con shorts y unas deportivas negras, es un espectáculo para la vista, con la piel intensamente bronceada, los intrincados dibujos en los tatuajes de los brazos y una poderosa musculatura recubierta de sudor. Y su cara. Esculpida. De mandíbula cuadrada. Brutal y exageradamente guapo. |