El mundo del mañana de Susan Ee
—Yo conocía a un tipo que tenía una catana. —¿Una qué? —Una espada samurái japonesa. Magnífica —se toca el corazón como si estuviera enamorado—. La llamó Espada de Luz. Hubiera vendido a mi abuela por esa espada. Asiento como si lo creyera. —¿Puedo ponerle un nombre a tu espada? —No —encuentro unos vaqueros que parecen de mi talla y un calcetín. —¿Por qué no? —Porque ya tiene nombre —sigo buscando el otro calcetín en el montón de ropa. —¿Cómo se llama? —Osito Winnie the Pooh. Su rostro se torna serio de repente. —¿Tu increíble espada de coleccionista, fabricada para mutilar y matar, diseñada específicamente para obligar a tus enemigos a rendirse de rodillas y además provocar el lamento de sus mujeres… se llama Osito Winnie The Pooh? —Sí. ¿Te gusta? |