Metros por segundo de Stine Pilgaard
Querida solitaria: no todo el mundo tiene talento para ser niño y no hay nada de que avergonzarse. Si no se tiene esa despreocupación espontánea, la infancia se puede hacer larga, soy la primera en reconocerlo. La buena noticia es que se es adulto mucho más tiempo que niño. Hay más posibilidades de salir de la soledad, se puede intentar con el sexo y el alcohol, pero por lo general es más fácil comunicarse porque, a pesar de todo, la mayoría de la gente se vuelve más civilizada con la edad.
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