Misery de Stephen King
Mientras el sonido de sus pasos se acercaban a la puerta, mientras la llave se deslizaba en la cerradura, pensó: "Viene a matarme". Y la única emoción que engendró ese pensamiento fue de cansado alivio.
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Misery de Stephen King
Mientras el sonido de sus pasos se acercaban a la puerta, mientras la llave se deslizaba en la cerradura, pensó: "Viene a matarme". Y la única emoción que engendró ese pensamiento fue de cansado alivio.
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