La sangre manda de Stephen King
Vestía un traje gris marengo que no le había visto nunca. El tipo de la funeraria le había aplicado un poco de colorete para darle un aspecto saludable, soloque las personas saludables no yacen en un ataúd con los ojos cerrados y con el rostro muerto iluminado por los últimos minutos de la luz del día antes de acabar bajo tierra para siempre.
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