Cuento de hadas de Stephen King
Recordé que yo mismo había hundido las manos en aquel cubo y había dejado que las bolas me resbalaran entre los dedos. No era mera codicia; eran ansias de oro. Como en un cuento de piratas. |
Cuento de hadas de Stephen King
Recordé que yo mismo había hundido las manos en aquel cubo y había dejado que las bolas me resbalaran entre los dedos. No era mera codicia; eran ansias de oro. Como en un cuento de piratas. |