La niebla de Stephen King
Su belleza era terrible, pero no creo que matase ya al hombre que la viera. Yo la vi, cuando sus ojos me alumbraron un instante, y no por eso me mató, si bien una parte de mí cayó muerta a sus pies.
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La niebla de Stephen King
Su belleza era terrible, pero no creo que matase ya al hombre que la viera. Yo la vi, cuando sus ojos me alumbraron un instante, y no por eso me mató, si bien una parte de mí cayó muerta a sus pies.
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