Christine de Stephen King
Él había estado bajo una tensión, naturalmente que había sido así, pero la tensión era una parte natural de la vida. Si Miss Leigh Cabot pensaba de otra manera, esa señorita era candidata para una jodida abismal a las manos de un violador campeón de todos los tiempos: La Vida. Probablemente, lo haría tomando estimulantes para conseguir ponerse en marcha por las mañanas, y soporíferos para descansar por la noche.
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