Christine de Stephen King
Yo creo que todo el mundo tiene en la cabeza una especie de pala, y en momentos de tensión o de inquietud puede accionarla y, simplemente, arrojar todo por la gran grieta que se abre en el suelo de su mente consciente. Deshacerse de ello. Enterrarlo. Salvo que esa grieta va a dar al subconsciente y, a veces, en sueños, los cadáveres se levantan y andan.
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