Los tigres no pueden esperar eternamente de Sonia Fides
Se tapa la cabeza con la sábana y respira despacio como si necesitase que todo cambiase de velocidad, como si al espaciar sus expiraciones e inspiraciones fuera a ser capaz de poner a cero el contador de la vida, pero las resurrecciones no existen por mucho que se finja ser un muerto.
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