La herencia de Eszter de Sándor Márai
Nunca he decidido mis acciones. Al fin y al cabo, uno sólo es responsable de lo que decide, de lo que planea, de lo que quiere hacer. Uno es solamente responsable de intenciones... Las acciones ¿qué son? Son sorpresas arbitrarias. Uno se encuentra en una situación y observa lo que hace. Sin embargo, la intención, la intención sí que es culpable, Eszter. Y mis intenciones siempre han sido limpias -concluyó con satisfacción.
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