Los Bandídez de Siri Kolu
—Bueno, ¿y vosotros qué sois? Mejores que los demás ¿o qué? —Monté en cólera y me detuve mitad del camino. Sabía que el coche pronto pasaría silbando a nuestro lado. El que alguien dijese que mi padre a un caso perdido me dolía en mi honor. Aunque fuera un remilgado. Y se diera aires. Y anduviera completamente enamorado de su estúpido coche. —¿Nosotros dices? —Helen se echó a reír—. Nosotros somos unos salteadores de caminos de pura raza. |