Los viejos amigos de Sílvia Soler
Él aseguraba que no necesitaba mirar las fotos, que solo deseaba disfrutarlas durante el instante y a simple vista, sin intermediarios de ningún tipo. Los ojos capturan, decía, y ya está. Mantenía que la belleza de una composición efímera era aún más intensa. [...] El cuadro ya sólo existe en nuestra mente.
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