La noche era terciopelo de Silvia Moreno-García
Puso a Bobby Darin y se permitió imaginar que la esperaba un amante de ensueño. Esa noche Maite soñó con tambores en la selva verde de jade. Pero por la mañana, la vista desde su sala de estar seguía siendo una ciudad gris, con los tejados repletos de antenas de televisión, y no había ningún amante para ella, por mucho que esperara y rezara. |