Claudine en la escuela de Sidonie-Gabrielle Colette
Me parece insensato pensar que ya no volveré más a este lugar, que ya no volveré a ver a la señorita, a su pequeña Aimée de ojos dorados, a Marie la chiflada, a la burra de Anais, a Luce, mendicante de golpes y caricias
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