Claudine en la escuela de Sidonie-Gabrielle Colette
Es la hora de paseo de la guarnición y no debemos alterar a los jactanciosos pantalones rojos. Ya cuando veníamos a cenar, nuestro pequeño grupo se vio escoltado por las sonrisas, los siseos y los chasquidos de besos lanzados al aire, manifestaciones que exasperan a la directora, que fusila con la mirada a los osados soldados de infantería
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