Claudine en la escuela de Sidonie-Gabrielle Colette
Nos honra frecuentemente con sus visitas, se sienta sobre las mesas, no guarda la compostura, se entretiene junto a las mayores, sobre todo junto a mí, lee nuestros deberes, nos mete los bigotes en las orejas, nos acaricia el cuello y nos tutea a todas (¡nos conoce desde tan pequeñas!), mientras le brillan sus dientes de lobo y sus ojos negros
|