Claudine en la escuela de Sidonie-Gabrielle Colette
¡Qué maravillosos ojos en cambio, color de oro amarillo, y qué tez, una de esas maravillosas pieles a simple vista delicadas, aunque todas sólidas que ni el frío las azulea!
|
Claudine en la escuela de Sidonie-Gabrielle Colette
¡Qué maravillosos ojos en cambio, color de oro amarillo, y qué tez, una de esas maravillosas pieles a simple vista delicadas, aunque todas sólidas que ni el frío las azulea!
|