Cadeaux de Noël de Sidonie-Gabrielle Colette
Ninguna, admirémoslo, abandona el posesivo tierno y feroz: “mi prisionero, tengo un prisionero…” Reclaman, para sus hombros tan cargados, el peso, la responsabilidad de un marido que va royendo, ahí, el tiempo y el aislamiento.
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