El trigo tierno de Sidonie-Gabrielle Colette
—¡Cómo se parece su voz a la mía, monsieur Phil! Entonces veremos si se trata de complacerme a mí, o de quedar usted complacido. Solo me gustan los mendigos y los hambrientos, monsieur Phil. Si vuelve otra vez, hágalo con la mano tendida… ¡Vamos, váyase, monsieur Phil!…
|