George Sand: Hija del siglo de Séverine Vidal
Creo que al casarse uno de los dos tiene que renunciar completamente a sí mismo. Solo hay que preguntarse si le corresponde al hombre o a la mujer rehacerse según el modelo del otro y, como es del lado de la barba donde está todo el poder, por fuerza nos corresponde a nosotras ceder y obedecer.
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