La Casa De Los Veinte Mil Libros. de Sasha Abramsky
En nombre de la ideología, Chimen y Mimi habían jubilado a su Dios; pero durante el resto de sus vidas, Él siguió allí en segundo plano, tentándolos a que lo resucitaran en los ritos y costumbres de la existencia diaria. Pág. 156 |