No hay amor sin espinas de Sarah Mclean
—Incluso ahora, que estás a solo unos centímetros, no puedo evitar echarte de menos.
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No hay amor sin espinas de Sarah Mclean
—Incluso ahora, que estás a solo unos centímetros, no puedo evitar echarte de menos.
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No hay amor sin espinas de Sarah Mclean
—Siempre te veo—reveló él—. Estás grabada a fuego en mi memoria. Podría ser ciego durante el resto de mi vida y seguiría viéndote.
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No hay amor sin espinas de Sarah Mclean
—Me gustaría que pudiéramos empezar de cero. Él negó con la cabeza. —Yo no. Sin pasado, no habría presente. Ni futuro. No me arrepiento de nada. Todo lo ocurrido nos ha traído hasta aquí. A este lugar. A este momento. A estar enamorados. |
No hay amor sin espinas de Sarah Mclean
—Me encanta tu risa. —Ella se interrumpió—. Es difícil oírte reír, y yo quiero escucharla todos los días.
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No hay amor sin espinas de Sarah Mclean
—Decir que te deseo no describe lo que siento por ti—prometió bajito—. Decir que te deseo no significa nada si lo comparo con esta ansia. Con la desesperación que me invade. Con la forma en que te anhelo.
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El retrato de Dorian Gray