Una corte de alas y ruina de Sarah J. Maas
Pero cada vez que el cuchillo bajo mi almohada parecía susurrar su nombre, yo recordaba a mis amigos. A la familia que estaba viva, curándose en el norte. Repetí sus nombres en voz baja, una y otra vez en la oscuridad. Rhysand. Mor. Cassian. Amren. Azriel. Elain. Nesta.
|