La antártida del amor de Sara Stridsberg
Miré al cielo. Estaba cerquísima, descendía sobre mí como un rostro, como unas aguas que de pronto empezaran a correr alrededor y lo único que yo deseaba era no desear nada más.
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La antártida del amor de Sara Stridsberg
Miré al cielo. Estaba cerquísima, descendía sobre mí como un rostro, como unas aguas que de pronto empezaran a correr alrededor y lo único que yo deseaba era no desear nada más.
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