Cómo maté a mi padre de Sara Jaramillo Klinkert
Eran días bonitos y no lo sabía. Creí que durarían por siempre; los niños que tienen una infancia feliz, crecen con la ingenua creencia de que así será el resto de la vida, porque la felicidad es algo que la mayoría de las veces solo se aprecia cuando ya no se tiene.
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