El Chico de los Ojos Tristes de Samuel Aponte Chevalier
Y pedimos perdón por errores que aún no cometemos, por no querer perder a quien no nos merece. Y así se nos pasa la vida, queriendo dejar de querer lo que siempre se ha querido, tratando de eliminar lo imborrable, buscando una respuesta a ese vacío y preguntándonos por las noches ¿soy feliz?
|