Viajes con Heródoto de Ryszard Kapuscinski
Al fin y al cabo, el viaje no empieza cuando nos ponemos en ruta ni acaba cuando alcanzamos el destino. En realidad empieza mucho antes y prácticamente no se acaba nunca porque la cinta de la memoria no deja de girar en nuestro interior por mas tiempo que lleve nuestro cuerpo sin moverse de sitio.
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