Pixie en los suburbios de Ruy Xoconostle
Anuncié que tenía intenciones de ponerme un tatuaje. Clavius rió, sin parar, unos veinte minutos, y me cuestionó severamente con un “¿qué dirán tus hijos cuando vean ese horrible jeroglífico que te hiciste en tu juventud?” Como si tuviera algo que ocultarle a los hijos que aún no tengo. Clavius mandaba golpear y torturar a vendedores ambulantes. A madres de lepes. A padres de lepes. A lepes vendechicles. Eso si es algo que debe ocultársele a los hijos. |