Entre tonos de gris de Ruta Sepetys
Bajé la vista a la carita rosa del bebé, envuelto en una manta. Ese niño sólo llevaba unos minutos en el mundo, y ya los soviéticos lo consideraban un criminal.
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Entre tonos de gris de Ruta Sepetys
Bajé la vista a la carita rosa del bebé, envuelto en una manta. Ese niño sólo llevaba unos minutos en el mundo, y ya los soviéticos lo consideraban un criminal.
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