El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
Era una flor, pero no de verdad. María la había pintado en el aire con sus labios. Parecía un beso.
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El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
Era una flor, pero no de verdad. María la había pintado en el aire con sus labios. Parecía un beso.
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