El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
En el jardín, grande y lleno de flores, Tristán quiso saber si ella tenía un laberinto.
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El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
En el jardín, grande y lleno de flores, Tristán quiso saber si ella tenía un laberinto.
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El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
-Prefiero las líneas y los colores. Dicen más cosas. -¿Como pueden decir más que las palabras? -Porque las palabras solo dicen lo que pueden decir, creo. Las líneas y los colores son mas libres... |
El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
Se sintió más atraído por el sol de la tarde que se hacía naranja, se derretía rápidamente y se deslizaba entre las nubes como parafina caliente, hasta caer al agua, flotar un poco y hundirse.
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El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
Los adultos usan tantas palabras inútiles que no se refieren a nada.
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El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
Mientras el sol se derretía como vela de parafina, Tristán se preguntaba qué pasaría con toda esa cera que caía al final del mundo.
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El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
Su casa parecía de muñecas, un territorio peligroso para él, que siempre estaba a punto de romper algo.
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El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
Era una flor, pero no de verdad. María la había pintado en el aire con sus labios. Parecía un beso.
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Gregorio Samsa es un ...