El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
Se sintió más atraído por el sol de la tarde que se hacía naranja, se derretía rápidamente y se deslizaba entre las nubes como parafina caliente, hasta caer al agua, flotar un poco y hundirse.
|
El laberinto de Tristán de Rubén Nájera
Se sintió más atraído por el sol de la tarde que se hacía naranja, se derretía rápidamente y se deslizaba entre las nubes como parafina caliente, hasta caer al agua, flotar un poco y hundirse.
|