Había leído muy buenas reseñas de esta novela, por lo que ya tenía pensado leerla. Sin embargo, fueron dos críticas malas las que me llevaron a leerla ya. Una novela puede gustar más o gustar menos, pero nadie se ensaña con un bicho muerto. Esto me provocó mucha curiosidad y benditas malas reseñas. Como quien quiere adiestrar a un gato es una novela para mentes abiertas e inteligentes, y no por ello es difícil de digerir, muy al contrario. La manera de escribir de Rubén es sencilla y dinámica, la historia te atrapa desde el primer instante, y al tratarse de capítulos cortitos hace que la devores. Es una historia mágica y a la vez cotidiana, llena de esos preciosos detalles que todo el mundo observa y sin embargo rara vez se habla de ellos. Es una novela romántica que derriba todos los clichés y estereotipos al que estamos acostumbradas; es tierna sin ser cursi, incluye humor, mucho humor con momentos de esos que la carcajada casi llega a doler y un final feliz diferente e inesperado, alejado de los tópicos. Además de muchas reflexiones preciosas acerca del amor y la vida. Cecilia y Martín, los protas, no son unos jovencitos en busca de emociones fuertes, sino unos adultos que ya pasan de los 40, que creían que la vida consistía en aprender a conformarse y que el hecho de soñar es sólo para las noches que duermes mal... Hasta que un día, un gatito moribundo, hace que las vidas de ambos se crucen. Que el título no te despiste, pues no se trata de una novela exclusivamente para amantes de los gatos. No obstante si es el caso, la historia ya te cautivará por completo. Si buscas una novela llena de tópicos, ceñida a lo establecido y que no ofrezca nada nuevo, NO leas esta novela. Sin embargo, si buscas una novela diferente, que te haga reír, te emocione, te sorprenda y en definitiva, que marque un antes y un después en todo lo que habías leído del género romántico, TIENES que leer a Rubén Méndez. + Leer más |