Entre dos aguas de Rosa Ribas Moliné
En la cola se mezclaban las diferentes versiones de la pobreza, sin techo, ancianos, mujeres solas con niños, extranjeros, parados. Muchos se habían vestido con lo mejor que seguramente tenían para hacer la cola. Hombres con americanas gastadas y algunas mujeres con chaquetas de lentejuelas que no podían brillar en ese cielo plomizo, todavía cargado de amenazas de lluvia, pero que hablaban de épocas mejores y del esfuerzo por salvar por lo menos un resto de dignidad.
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